EDITORIAL
Seguramente en más de una ocasión nos han preguntado en qué colegio trabajamos. Podemos reaccionar de múltiples modos: con vergüenza, indiferencia o, en el mejor de los casos, orgullo. Respecto a este último punto, que es la actitud ideal, algunas consideraciones: todos deseamos trabajar en una institución prestigiosa, pues es un modo de reafirmar nuestra labor. Un plantel que quiera poseer dicho estatus debe poseer algunas características: buenos directivos, un cuerpo docente de calidad, muy buenos alumnos y un proyecto educativo sólido. ¿Estamos cerca de ese modelo? Creo que no estamos lejos; se debe reforzar lo débil, para que nuestra reacción a la pregunta sea sin lugar a dudas la última mencionada.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home